
El puede ver como se le quema el corazón casi sin pestañar, eso suela pasar cuando de corazones polvos quedan para luego ser corazones... otra ves.
Será que esta ves se le agrieto el pecho o no supo caer en la tentación, de ves en cuando se habla de el como de un muerto. Cada segundo se le hace una yaga y por cada yaga mil segundos.
De eternos, se puede decir que el no es mas que un pobre pasatiempo , pero el juega a ser su amor letal y ella... Ella juega a no serlo nunca mas, por que para ser sincero no puede ser mas sincera que el, y enterrándose hasta el cuello de dulces verdades sin cumplir... Es mejor morir estando en vida, que ceder en cada lamento y cada lamento se hace un eterno dagazo al corazón que desampara almas refugiadas en altares de reyes sin corona y princesas muertas en las manos del dragón, que atemoriza la posible caída de una lagrima
En la mas baratas de las copas y mezclarse con aturdidos recuerdos de besos que no hacen mas que reflejar lo lejos que se pudo llegar y lo rápido que se puede perder un gran amor.
Ya paso mas de lo que uno se puede imaginar, el se encerró en cada palabra que sale cuando sangra el corazón. Y ella... ella habita en los lamentos de los arrepentidos de amor.
Algunos los llaman dolor y perdón...