jueves, agosto 04, 2005

Comenzo y aun no termina


El puede ver como se le quema el corazón casi sin pestañar, eso suela pasar cuando de corazones polvos quedan para luego ser corazones... otra ves.
Será que esta ves se le agrieto el pecho o no supo caer en la tentación, de ves en cuando se habla de el como de un muerto. Cada segundo se le hace una yaga y por cada yaga mil segundos.
De eternos, se puede decir que el no es mas que un pobre pasatiempo , pero el juega a ser su amor letal y ella... Ella juega a no serlo nunca mas, por que para ser sincero no puede ser mas sincera que el, y enterrándose hasta el cuello de dulces verdades sin cumplir... Es mejor morir estando en vida, que ceder en cada lamento y cada lamento se hace un eterno dagazo al corazón que desampara almas refugiadas en altares de reyes sin corona y princesas muertas en las manos del dragón, que atemoriza la posible caída de una lagrima
En la mas baratas de las copas y mezclarse con aturdidos recuerdos de besos que no hacen mas que reflejar lo lejos que se pudo llegar y lo rápido que se puede perder un gran amor.
Ya paso mas de lo que uno se puede imaginar, el se encerró en cada palabra que sale cuando sangra el corazón. Y ella... ella habita en los lamentos de los arrepentidos de amor.
Algunos los llaman dolor y perdón...

Un tinto viejo, una musa y un adios


En sombras se siente como perfila la mas delgada de las almas y explota en el silencio. Esperar ser apagado, es lo que quiere en tantas noches de lunas alcoholizadas y cigarros de malebo nuevo.
Dirías que cerca se siente como queman las cenizas pero al alejarte ves el humo tibio, salir sin calor, saliendo con sus ultimas fuerzas desesperadas por besarte, y miras dejando algo mas que un suspiro y te vas por donde nunca tendrías que haber regresado. Entre los arrabales se ven los ecos sonar. Penas, sentís, no hay nada ya.
De lo mucho que pudo ver hoy se quedo con lo mejor, un tinto trapo mojado en lagrimas de amor.
Espero mas de una vez que se le encandilen los días con sus regresos de primavera y atardeceres que lo llevan de recuerdo a esos gloriosos días en los que todo era tenue, liso como un lago en el mejor de los días de verano.
Encerrado en una plegaria desatada por malos hábitos y demasiado querer, se vio poco a poco envuelto en un espiral en el cual ahora la victima es el.

Retrucando a el psicópata lupus.

Y si, de amores no soy mas que una simple victima, que aprehendió a ser ocaso cuando mas el sol salía (memorias de un pensamiento de amor)